¿Acaso son los gatos y los perros los nuevos hijos?

Caminando por el parque el otro día, vi a una chica con carriola en mano a quien una viejecita se le acercó para “chulearle a su chiquillo”.
Menuda sorpresa se llevó la abuelita cuando descubrió al “bebé” el cual tenía trompa y unos largos bigotes.
Y es que la idea de que los perros y gatos se han convertido en “los nuevos hijos” es una tendencia que ha ganado popularidad en los últimos años. Por supuesto que nadie con un par de neuronas funcionales sanas podría jamás comparar un ser humano con un animal, pero a como corren estos tiempos de libertades y tendencias woke desbalagadas de pensamiento, —especialmente en sociedades urbanas y en contextos donde las dinámicas familiares y sociales han cambiado—, estas situaciones han pasado a ser de lo más mundano y normal.
He aquí algunos factores que contribuyen a esta percepción:
Cambios demográficos
En muchas partes del mundo, los humanos han dejado de procrearse, están teniendo menos hijos, retrasando su decisión de ser padres. Esto ha llevado a que muchas personas llenen ese espacio emocional que los lleva a celebrar el 10 de mayo y el día del padre con mascotas, a las que tratan con un nivel de cuidado y afecto similar al que se brindaría a un hijo.
Urbanización
En entornos urbanos, como las grandes ciudades, donde el espacio de vivienda suele ser más limitado y los estilos de vida son más ajetreados, las mascotas son vistas como una opción más “manejable” que los niños. Además, los perros y gatos suelen adaptarse bien a la vida en apartamentos o casas pequeñas.
Por mera conexión emocional
Las mascotas ofrecen compañía, amor incondicional y apoyo emocional, lo que las convierte en miembros queridos de la familia. Muchas personas encuentran en sus mascotas una fuente de consuelo y alegría, similar a la que podrían experimentar con un hijo.
Menos gastos y menos responsabilidades
Aunque tener una mascota implica responsabilidades y gastos, estos suelen ser mucho menores en comparación con los de criar a un niño. Y es que el gato no suele ir a clases de ballet por las tardes, tomar clases de alemán o lo tienes que llevar al cine a recrearse el fin de semana. Para algunas personas, esto hace que las mascotas sean una opción más viable.
Por cultura y marketing
La industria de productos y servicios para mascotas ha crecido enormemente y muchas son las empresas que han aprovechado este “pet boom”, promoviendo la idea de que las mascotas son parte esencial de la familia; lo cual es cierto, pero eso no impide que se cuelguen de dicha frase para hacer su marketing y venderte hasta el outfit deportivo del perro para ir a la playa. Desde alimentos gourmet hasta ropa y juguetes, las mascotas son tratadas con un nivel de atención que antes se reservaba para los niños.
Redefinición de la familia
En la sociedad contemporánea, el concepto de familia se ha expandido para incluir diversas formas de relaciones y estructuras, desde las diversas preferencias sexuales y ahora con las mascotas, ahora hay que hacerle un espacio al gato o al perro en el regazo de la abuela para la foto familiar. —Adorable—. Siendo así que esas mascotas son consideradas parte integral de estas nuevas definiciones de familia.
En resumen, aunque los perros y gatos no son literalmente “hijos” y jamás van a reemplazar a un hijo humano, la realidad es que para muchas personas ocupan un lugar emocional y simbólico similar en sus vidas. Esta tendencia es solo el reflejo de los grandes cambios sociales, económicos y culturales más amplios en la forma en que las personas conciben las relaciones y la familia en estos nuevos tiempos.
Y para quienes amamos realmente a los animales esto ha sido una bendición, ya que esto ha traído no solo lo mencionado anteriormente, sino que les ha brindado a las mascotas un lugar en la sociedad que les ha permitido tener derechos y eso es lo mejor de todo.
Amemos a nuestros animales de compañía, son parte de la familia, siempre lo han sido, solo que ahora finalmente se les está aceptando como tal.